Por José Manuel Landin
Ilustración: Patricio Betteo
El creciente interés que ha generado la noche como agenda urbana; entendiendo a ésta como los mecanismos que permiten enfrentar los retos de cada ciudad, ofrecer una solución y garantizar un entorno atractivo para los habitantes y múltiples actores que habitan la noche. En el caso de ciudades mexicanas y la propia Ciudad de México los esfuerzos por incorporar una agenda nocturna en las ciudades han sido reducidos a programas aislados y desvinculados de una política pública de largo plazo. La noche en la ciudad se ha identificado como un espacio para algunos inexplorable por la delincuencia, fragmentado por la carencia de servicios de transporte que operen las 24 horas y con una sobre oferta de actividades de consumo, dejando de lado actividades recreativas o de ocio. Falta mucho por hacer para considerar la noche como un recurso atractivo considerando el conjunto de retos a resolver en distintos rubros.